martes, 28 de abril de 2015

La mayor incógnita, el mayor anhelo, en ocasiones la felicidad máxima pero a veces el mayor desastre.

Después de tanto tiempo, he tenido ese impulso de volver a escribir y como no, sobre mi tema, el tema de la mayoría de mis entradas, ¿pero cuál? Si todavía no sabéis de qué estoy hablando es que no os habéis leído ni dos de ellas, y me parece muy mal, por mi parte, claro está, eso quiere decir que algo no estoy haciendo bien y eso tiene que cambiar.
Pues como os iba diciendo, hoy he sentido ese impulso, no encuentro otro "palabro", como decía una muy buena profesora de mi carrera, para describirlo. Esa voz en mi interior que me decía escribe, después de tanto tiempo y de tantas emociones, tantas series y películas, tantos momentos felices, tristes y turbios en tu relación, después de escuchar cómo se dicen cosas bonitas tus padres al otro lado del teléfono y después de que surja el amor en todo tu alrededor (y por desgracia el desamor, pero supongo que todos los prefijos y sufijos van encadenados a esa pequeña y gran palabra). 
Es que veréis, para algunos es simplemente una palabra pero lo que no saben, lo que todavía no comprenden es que es mucho más que eso. El amor es puro sentimiento, algunas veces sientes felicidad, deseo, anhelo, ansias, admiración, euforia, despreocupación pero también en algunos momentos llegas a sentir miedo, confusión, preocupación, obsesión, adicción... pero eso se va y vuelves al principio. Eso, señoras y señores, chicos y chicas es el amor una montaña rusa de sentimientos, por desgracia es más acentuado en nosotras, las mujeres, quizás sean las hormonas que mensualmente juegan por nuestro organismo o quizás porque de por sí, no todas, pero la mayoría somos como montañas rusas. Pero nos pasa a todos, todos decidimos correr el riesgo de subirnos a la atracción que todos quieren y todos temen. Hombres, mujeres, niños, adolescentes, adultos, personas mayores, todos sentimos amor por alguien, 
Estoy de acuerdo que no podemos controlar de quién nos enamorarnos, pasa sin más, pero no ocurre ni llega de la nada. Lo único que podemos controlar es a quien decidimos conocer y nuestras personalidades, gustos, aficiones, sentido del humor, inteligencia, y aunque nos cueste admitirlo, a muchos el físico. Que te importe el físico no es una vergüenza, porque con decir que te fijas en el físico no quiere decir que tenga que ser una modelo de Victoria Secret ni un modelo de Calvin Klein, básicamente porque a unos nos gusta un tipo de físico y a otros otro exactamente opuesto. Incluso nos fijamos en el físico de primera, pero al conocer a esa persona, quererla e incluso llegar a amarla y pasar los mejores momentos de tu vida con el o ella hace que deje de importarte si tiene o no esos requisitos físicos que creías tener en tu filtro, que aunque ahora los cumpliera no te importaría que pasen los años y le empiecen a salir las primeras canas, arrugas y que deje de tener la piel perfecta o que un día se caiga y se rompa la nariz o te parezca que cambia su aspecto por completo, que deje de maquillarse o que deje de ir al gimnasio, solo que esté contigo, eso llega a suceder. Pero eres tú quien lo decide, hay personas que llegan a reconocer ese amor y deciden continuar, deciden arriesgarse, porque seamos sinceros, no podemos saber si no nos hará daño, si es el amor de nuestras vidas o si realmente te corresponde, nosotros y nosotras escogemos entregarnos al cien por cien. 
En cambio, hay otras personas que lo reconocen, pero no somos capaces de correr ese riesgo, las cosas pueden cambiar, los sentimientos pueden cambiar y lo hacen, en muchas ocasiones es exactamente lo que pasa, pero eso nunca lo sabremos, porque el temor a sufrir puede más.

Por ello es la mayor incógnita, un día queremos amor en nuestras vidas, otro día no, un día estamos felices pero otros días sientes que todo es un torbellino que arrasará con todo nuestro alrededor. Solo hay que arriesgar. El juego, la guerra y el amor tienen algo en común, y es que si no arriesgas, no ganas y que si arriesgas puedes perder, sí, pero también puedes ganar.