martes, 23 de diciembre de 2014

Con toda ilusión (o casi toda), ¡felices fiestas!

¡Buenas noches! Se acerca la navidad y con ello los buenos momentos con la familia y con los amigos, las risas, los juegos, las copas (una, dos, tres...), las comidas interminables que pueden durar incluso días... Bueno, ya que he tocado el tema de las copas, ¡cuidado a los que conduzcáis! Las navidades no son buenas fechas para malas noticias.
Dejando de lado las malas noticias, me veo un poco aprisionada y he pensado que debería salir un poco de casa, llevo 5 días metida en casa y no he salido a penas a hacer la compra y poco más con mis padres, encima en coche. Siento que me estoy perdiendo parte del encanto que tienen estas fiestas, los adornos, las luces, la gente... 
Aunque por otro lado, llevaba más de 3 meses sin ver a mi familia, mis padres y mi hermana pequeña y sí, estoy aprovechando al máximo el estar con ellos. A pesar de los enfados de algún que otro momento, la verdad que no existe nada que mejor que el poder estar al lado de las personas que más quieres y más todavia en unas fechas tan familiares como lo es las vacaciones de navidad. Repito, VACACIONES. Parece que ese concepto no se encuentra en el plan Bolonia. Sé que soy algo cansina con ello pero no puedo evitarlo, es horrible. Te destruye la ilusión de tener días para disfrutar, para volver a casa por navidad como dice la canción del anuncio de El Almendro. 



Con este rodeo os quiero decir que disfrutéis de lo que hay, lo poco no siempre es poco. Muchas veces vale mucho más esos pequeños momentos, pequeños detalles, que todo el dinero, los regalos o el oro del mundo. 
Aunque siempre me queda desear tener a alguien más a mi lado en estos días, no siempre es posible y solo cabe esperar que otro año sea diferente.


¡Felices fiestas!

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